Una encrucijada en el alma: ¿socialismo o capitalismo?

 
Una encrucijada en el alma: ¿socialismo o capitalismo?
 
Decía uno de los hombres más sabios que he leído, Rene Descartes, en el Discurso del método: “no hay nada tan bien repartido en el mundo como el buen sentido; cada cual piensa que lo posee en tan elevada proporción, que aun aquellas personas más difíciles de contentar cuando se trata de cualquier otra cosa se sienten satisfechas con el que les ha tocado en suerte y, por lo general, no desean aumentarlo”. Un detalle significativo en dicho libro, que me gusta mucho, es la humildad con la que aborda los temas, línea que trataré de seguir en este escrito.
 
Señala la Real Academia de la lengua española, en una de sus definiciones de economía: “ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos”.
 
Hace menos de un mes estuve en un Space, en twitter, dirigido por una moderadora de un grupo que se hace llamar las opinadoras. La discusión consistía en analizar el modelo económico del proyecto de Gustavo Petro. De un lado había dos jóvenes seguidores de Petro, y del otro había un grupo de personas, principalmente economistas. La discusión más fuerte surgió sobre los bonos; si hacían parte o no de la deuda de un país. Andrés, el joven que respaldaba a Petro, y valga decir que no representa la opinión de Gustavo Petro, señalaba que no era deuda si los bonos eran en la moneda de dicho país. Los otros economistas estaban indignados, no admitían eso, y otro joven dijo que, entonces todo lo que él había estudiado no servía para nada. Otro dijo que había leyes económicas que debían ser respetadas por todos, así como se respeta la ley de la gravedad. Allí le envié un mensaje privado a Andrés y le señale: no entiendo cómo pueden comparar la física, que es pura observación, o extracción de las leyes naturales, con la economía, que al igual que el derecho y la religión son creaciones humanas.
 
Habiendo advertido que seré humilde como Descartes, señalaré que soy abogado. En mi pregrado sólo realicé dos cursos de economía; uno denominado Introducción a la Economía, en el cual me enseñaron esas leyes del mercado, como la oferta y la demanda, y el otro por uno de los profesores más sabios que he tenido; se denominaba sociología, economía y política. Era una asignatura electiva para mi carrera, pero obligatoria para otras. Por lo tanto, me tocó leer mucho, aunque no la aproveché lo suficiente. En dicha materia estudiamos sucintamente el pensamiento de muchos economistas que tenían visiones distintas. Pensé entonces que la economía despierta incluso más discusiones que el derecho. Y es que, siendo el derecho una creación humana, y sus leyes más sancionadoras, los delitos, estos pueden ser diversos en distintos países. En Estados Unidos, por ejemplo, es un delito tener relaciones sexuales con menor de 18 años; en cambio, en Colombia lo es con menores de 14 años.
 
El gran problema del ser humano es que muchos no entienden que, lo que hoy vemos como normal, no son otra cosa que creaciones de ciertos humanos que las impusieron, ya sea por mayoría, “unanimidad”, o a través de intimidación, coerción, matanzas, etc. Algunos descubrimientos y creaciones nos han convenido a todos, pero no hay que olvidar que algunos descubrimientos son extracciones de la naturaleza, como el yoga, la física, la biología, la medicina, y otras son discusiones milenarias entre los hombres, como la filosofía, el derecho o la religión.
 
Quiero señalar otro ejemplo para ilustrar esta idea, y centrarme en el tema de este escrito. Uno de mis mejores amigos puso en su twitter: “¿Y desde cuando hay que bajar la cara por haberse defendido?; él tiene una posición muy razonable sobre este hecho, y es, en resumidas cuentas, el principio popular que dice que el que pega primero pega dos veces. Pero yo le señalé que la legitima defensa debe encuadrarse dentro de las causales establecidas en el Código Penal, y que han sido interpretadas por la Corte Suprema de Justicia, por ejemplo en la Sentencia de fecha 15 de marzo de 2018, “(i) una agresión ilegítima o antijurídica que ponga en peligro algún bien jurídico individual; (ii) el ataque al bien jurídico ha de ser actual o inminente, esto es, que se haya iniciado o sin duda alguna vaya a comenzar y que aun haya posibilidad de protegerlo; (iii) la defensa ha de resultar necesaria para impedir que el ataque se haga efectivo”. Todo esto basado en el artículo 32 del Código Penal numeral 7, que establece que no habrá responsabilidad penal cuando: “Se obre por la necesidad de proteger un derecho propio o ajeno de un peligro actual o inminente, inevitable de otra manera, que el agente no haya causado intencionalmente o por imprudencia y que no tenga el deber jurídico de afrontar”.
 
Muchos dirán, pero es una sola sentencia de la Corte Suprema de Justicia, que ni siquiera es una Doctrina Probable. Bueno, serían dos, porque esa sentencia cita otra, y estoy seguro de que sería fácil buscar una más. Pero, incluso el Juez de menor jerarquía podría apartarse de una decisión del Alto Tribunal de la Justicia Penal, aunque podría prevaricar. Todo esto lo digo para defender que el derecho se realiza a partir de discusiones que, hasta en un mismo país, y en la misma fecha generan muchas controversias. Mi amigo, con toda razón, me dice la defensa es un derecho natural, y yo le dije, que tenía razón, pero que si dicha defensa no se encuadra dentro de las circunstancias de legítima defensa determinada por las autoridades, en este caso el Congreso a través del Código Penal y el Alto Tribunal, se comete un delito. De hecho, cuando una persona ha sido maltratada y una hora después del maltrato mata a otro sin que haya un peligro actual e inminente. O cuando una persona le pega una patada a otra y éste responde matándolo no habría legítima defensa conforme a lo previamente señalado por la Corte Suprema de Justicia.
 
Todo este largo introductorio es para decir que, en muchas cosas no estaremos nunca de acuerdo, y estará bien. En inglés hay un sabio dicho que dice “We agree to disagree”, estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo. Pero cuando asumimos que nuestros pensamientos son leyes, he allí el problema. También decía el sabio Descartes, sólo nuestros pensamientos nos pertenecen por completo. Cuan sabio ese dicho, dado que cuando exteriorizamos nuestros pensamientos, ya no nos pertenecen. Por ejemplo, una persona puede pensar que quiere matar a todos los costeños del país, al expresar ese pensamiento, ya incluso podría encuadrarse en un delito: apología al genocidio.
 
Ahora, volviendo al tema principal, mi amigo me dice que él no votará por Gustavo Petro porque es socialista, y entonces al suponer que yo era izquierdista, entonces apoyaba el socialismo. Valga aclarar, y aunque suene ridículo, pero por algo hice toda esta introducción: que el socialismo, al igual que el capitalismo son una creación humana. Nunca he leído a Marx, que es el ideólogo del socialismo. Pero entonces hablemos del socialismo no como teoría, sino como práctica. El país que impuso el Régimen Socialista fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la U.R.R.S., y recordemos que Rusia pasó del feudalismo al Socialismo. Yo no sé si soy socialista, izquierdista, mamerto, vándalo, por apoyar en estos momentos a Gustavo Petro, y sobre todo el Pacto Histórico. Pero lo que sí estoy seguro es que no me identifico para nada con regímenes socialistas, porque lo que más se ve en ellos es la corrupción y la burocracia estatal. Tenemos el ejemplo de Stalin.
 
Opuesto al Socialismo, tenemos el capitalismo, otra creación humana, y el ejemplo de éste, creo que todos estaremos de acuerdo: los Estados Unidos, país donde he vivido. Por supuesto que es un país de oportunidades; es innegable, pero allí también hay miseria, sobre todo con relación al tema de la droga, que incluso una candidata de Nueva York, Dianne Morales, está planteado una nueva forma de resolver este problema a través de ver la drogadicción como un problema de salud pública y no como un tema del derecho penal. Por ejemplo, en Estados Unidos todavía están dando subsidios por el Covid-19. De hecho, una vez en una clase yo le pregunté a un profesor sociólogo en Nueva York: ¿los Estados Unidos son socialista o capitalista? Socialista, me dijo, porque dan ayudas a las personas, como los foodstamps. Por eso digo, que el socialismo y el capitalismo son creaciones humanas.
 
No desconozco la valía de la economía. De hecho, tanto la respeto que me gustaría estudiarla algún día. Pero no podemos desconocer que es una creación enteramente humana, y siempre ha sido utilizada para hacer política. Gustavo Petro señala que él no es Castro-chavista, otra creación humana como el socialismo o el capitalismo, porque la economía de Venezuela, al igual que la de Colombia, se basa en el petróleo. A esto, el famoso Polo Polo respondió que la Economía de los países árabes está muy bien, a pesar de que su economía se basa en el Petróleo. Para mí, Colombia y Venezuela tenían una diferencia bien grande. En Colombia muchas instituciones eran independientes y hacían contrapesos, por ejemplo, recuerdo perfectamente la Corte Suprema de Justicia, con el Magistrado Cesar Valencia Copete, o incluso la Fiscalía de Mario Iguarán, o la Procuraduría de Alejandro Ordoñez durante el gobierno de Juan Manuel Santos. Colombia siempre ha tenido niveles de asesinatos que la hacen más temible que Venezuela. Pero ahora temo que no hay instituciones que nos protejan. Sólo algunos jueces valientes y congresistas que han recibido amenazas están dando la cara desde lo institucional por el país.

Ahora pregunto a aquellos que señalan orgullosamente a Colombia como un país capitalista: veamos la Procuraduría, el órgano burocrático por excelencia, que concuerdo con Angelica Lozano, debe ser eliminada por su ineficacia. La Procuradora está solicitando crear más puestos a dedo. Eso se llama Burocracia, y es lo más parecido al régimen Soviético socialista. La corrupción está en cada una de las esferas de Colombia, al igual que sucedió en el Régimen socialista Soviético, y al igual que sucede en países denominados socialistas, como Venezuela.
 
Hace poco, también por twitter, un muchacho me dijo como algo positivo, que Viena estaba gobernada por el socialismo. Viena, la ciudad mas lujosa que he conocido en mi vida, Viena, donde la música clásica domina en cada rincón; Viena, ciudad ilustre de Mozart; Viena, donde todo el mundo parece que viviera en lujos. Recordé entonces las palabras de mi profesor: que Estados Unidos es socialista, y recordé entonces que el socialismo y el capitalismo son creaciones humanas y, por ende, una persona puede pensar que Viena o su país, Austria y los Estados Unidos son socialistas. Para mí, Colombia más que Venezuela, es lo más parecido al régimen socialista de Stanlin, de lo que conozco. Dicen, incluso, que Stalin tiene más muertos en su haber que el mismo Hitler.
 
En conclusión, hago este escrito para decirles a los lectores que no crean cuando les dicen que Gustavo Petro es castro-chavista, o que Duque es neoliberal. Miren las propuestas, y, sobre todo, los hechos de cada una de las personas. Miren quién gobierna el país y quién es de la oposición. Leamos las distintas propuestas de Gustavo Petro, de la coalición de la Esperanza, de Angela María Robledo, Roy Barrera, de los uribistas; y también miremos los hechos: qué hizo Gustavo en Bogotá, qué hizo Sergio Fajardo en Medellín y Antioquia, qué propone cada uno; porque, quien apoya o calla en regímenes de terror, no es socialista ni capitalista, es un terrorista, aunque el terrorista también es una creación humana.

Comments

Popular posts from this blog

¿ES ANGÉLICA LOZANO LA NUEVA ALEJANDRO VI DE LA POLÍTICA COLOMBIANA?

¿Es la Consulta del Cambio propuesta por Camilo Romero viable? Para el Congreso sí, para la Presidencia de Colombia, de pronto.

TODOS TENEMOS UNA RESPONSABILIDAD CON EL CAMBIO, NO SÓLO EL PRESIDENTE GUSTAVO PETRO