¿Y AHORA QUIÉN PODRÁ DEFENDERNOS ?

¿Y AHORA QUIÉN PODRÁ DEFENDERNOS?

La famosa frase de Chespirito, en la cual aparece el héroe más torpe de todos los tiempos, El Chapulín Colorado, queda perfecta para este momento que atraviesa Colombia, en el cual todos estamos preocupados por las violaciones de derechos humanos, que ya sin ningún ocultamiento se realizan a través del Estado. Afortunadamente el próximo año vienen las elecciones al Congreso y a Presidente, en la cual esperamos que ya la gente tenga conciencia y elija sin necesidad de que le den para un tamal o para unos tejados. Y por eso quiero hablar de mi experiencia personal con la política.

A mí sinceramente la política desde el activismo como la burocracia me hastía. No es lo mío. Una vez un profesor en mi escuela de inglés en Nueva York me preguntó que por qué no me dedicaba a la política dadas mis intervenciones vehementes, por decirlo de alguna manera, y yo le dije que a mí el ejercicio político no me gusta. Pese a eso, y concuerdo con Sergio Fajardo, nos guste o no, desde el Estado se dan las grandes transformaciones. Sería el colmo que no. Por algo se les paga tanto dinero. Los empresarios aunque lo ideal es que tengan un nivel de conciencia social, no están obligados a pensar en el bienestar de la gente. Los políticos sí. Pero parece que en Colombia el papel se invierte.

Mi primer acercamiento con el activismo político fue en el 2010 con el Movimiento Compromiso Ciudadano por Colombia, liderado por Sergio Fajardo. Lo conocí a través de su coordinadora regional en Barranquilla, y luego candidata al Senado, que me pareció y todavía lo siento así, una mujer decente. Quizás sin experiencia en lo político. Allí se armó un grupo muy cercano que con algunos todavía guardo cierta cercanía. Con otros no. Luego cuando la lista no llegó al umbral en parte porque ninguno de los escogidos por Sergio Fajardo tenía el capital político para hacerlo, Sergio decidió aliarse con la gran sorpresa en ese entonces el Partido Verde, y ser el candidato a la Vicepresidencia de Mockus. Hay que reconocer que la gran votación del Partido Verde en ese entonces la dio la difunta Gilma Jiménez. Allí también tuve el placer de conocer a Ángela María Robledo con quien todavía de vez en cuando guardo algún contacto. Ángela y Alfonso Prada quedaron como Representantes en Bogotá. Angélica Lozano, candidata de Lucho Garzón no logró quedar con el umbral.

Allí en la famosa Ola verde las cosas cambiaron dado que llegaron muchas personas a fines de Mockus, otros del antiguo Partido Verde, y otros sólo buscan reconocimiento o puesto político. Todavía los veo allí y deseo de todo corazón que sus fines se cumplan. A mí por mi parte, nunca me interesó hacer parte de ese grupo, por lo que me alejé, y cuando perdimos continué con mis estudios y posteriormente hice mi vida en Nueva York.

Me alejé totalmente del activismo político, aunque siempre ejercí mi derecho. Voté en el 2014 al Senado por Claudia López y en el 2018 por Iván Cepeda. A la Presidencia de 2018 tanto en primera como en segunda vuelta por Gustavo Petro, pero no hice campaña a ninguno de ellos. Como dije la política me hastía por no decir algo peor. Pero sí creo que si uno se queda quieto es igual de culpable que los corruptos que se roban todo sin ningún remordimiento. Ellos no creen ni en Dios ni en el Karma. Son los Blacamanes malos por excelencia (ver https://revistas.elheraldo.co/latitud/los-blacamanes-132798).

En 2020 volví a tener contacto con Sergio Fajardo que tuvo un gesto muy bacano conmigo para algo que necesitaba para mi Escuela. Después de allí no he mantenido contacto con ninguno de ellos. A veces le escribo a Ángela María y a veces me responde. No me interesa. No espero nada de nadie. Ni busco un puesto político. Sólo me gusta darle ánimo porque creo que han sido muy injustos con ella, tanto de Colombia Humana (aunque su decisión de prejuzgar a Hollman Morris por un incidente familiar en el cual el abogado de la esposa era Abelardo De la Espriella fue desafortunado). Pero bueno, la decisión de la Corte Constitucional no me parece justa, sobre todo porque la Constitución prima sobre todas las leyes, y las prohibiciones para ser Presidente y Vicepresidente son taxativas y están allí.

¿Por qué si tengo o tuve contacto con Sergio Fajardo no sigo haciendo política con él? Porque no me interesa en absoluto un puesto político, y porque odio los clubes sociales de exclusión y menos en la política. Aunque parece que mi lectura de la política es distinta a la de muchos. Conozco conocidos y conocidas que apenas ostentan un cargo política ya se creen de mejor familia. Patéticos. Pero cada loco con su tema. La Coalición Esperanza me parece un Club social excluyente. Aunque ahora que Camilo Romero se le paró a Angélica Lozano, que todos sabemos está manipulando todo en el Partido Verde, me imagino que para beneficiar a Fajardo y para que su esposa, hoy una Alcaldesa muy cuestionada, sea la primera Mujer gay Presidente de Colombia. O quizás ella. Ahora ella habla de que Camilo busca desunir a los alternativos. Entonces es un Club anti-Petro, porque no me digan que Jorge Robledo no tiene posiciones más radicales que Gustavo Petro en muchos temas económicos. O que un Juan Manuel Galán que ha vivido todo el tiempo de la política y del nombre de su padre es más honesto que Petro. Lo que yo siento es que les fastidia Petro por uno que otro motivo. A mí su personalidad me choca a veces, como la de Angélica Lozano, la tal Juanita, entre otros. Pero al estar en la política, ¿no deberían aceptar la diferencia?, ¿no es eso lo que predican con las FARC que el gobierno y las FARC fueron capaz de sentarse tranquilamente a medir sus diferencias, ellos no pueden hacer lo mismo con Petro? Y eso de comparar a Petro con Uribe no se lo cree ni mi amigo Carlos Luis que está empecinado en demostrar en una Corte Internacional que Petro es Castrochavista como señalaron en Florida de Biden.

Creo que el proceso más limpio y coherente es el Pacto Histórico. Pero me parece que es otro Club Social. Hoy le pregunté a una chica que es una de sus candidatos al Senado cómo hacía uno para contactarse con ellos para aportar y me dijo que todavía no era público. Como si uno estuviera buscando un puesto político. Afortunadamente, tengo trabajo que me da para vivir, ayudar a mi familia, y ser feliz en lo que hago. Creánme que la burocracia es lo último a lo que aspiro yo, y menos en Colombia.

El problema que yo le veo al Pacto Histórico es que deben desprenderse un poco de la figura de Gustavo Petro. Petro tiende a ser un líder tipo mesías. No sé si él se lo cree pero así parece. Debe haber más figuras destacables allí. Debe dar más participación a otras voces. Y mi sugerencia para Petro si alguna vez lee esto. Personas como mi amigo Carlos Luis que dice que usted es el más comunista de todos los comunistas. Como si el comunismo alguna vez hubiera existido. Es desprenderse totalmente de los regímenes autoritarios como el de Venezuela, Cuba, etc. Las dictaduras no son soluciones para ningún pueblo. Ni siquiera de líderes como Alfonso X el sabio. Y la otra es el tema económico, muchos temen que sus posturas son anti capitalismo, que va a expropiar. Debe comenzar a plasmar por escrito de manera más organizada sus políticas económicas. Por eso quise hacer parte del grupo del Pacto Histórico pero parece que será otro club social más en el país.

Tampoco atacar a Sergio Fajardo personalmente con lo de Hidrohituango sea lo más sensato. Allí pudo haber errores técnicos que tiene mucho más que ver con los políticos, y en el que entran ingenieros hasta internacionales. Él lo explicó en un programa de Ariel. Dejemos los órganos competentes investiguen, y no utilizemos esa campaña sucia para desprestigiar. Su trabajo en Medellín y Antioquia, así como el de Petro en Bogotá, son muy destacables. Y lo mejor, no son corruptos. 

Por otra parte, hay otros congresistas que admirar, comienzo por Inti Asprilla, un joven que ha tomado como su bandera la defensa de los vendedores ambulantes en Bogotá, ojalá pase al Senado. Katherine Miranda, que ha sorprendido, porque su exesposo es un neoliberal burócrata oportunista de Peñalosa. Iván Cepeda y prácticamente todos los del Polo que hacen parte del Pacto Histórico que, por supuesto, no quieren lista cerrada porque ya tienen caudal. Yo tampoco apoyaría la Lista Cerrada. No me gusta que me impongan nada.

Por allí vi que le están pidiendo a Margarita Rosa de Francisco que sea la cabeza de lista al Senado. Creo que sería conveniente y más porque las actrices y actores necesitan representantes al Congreso dada la injusticia que pasa con las regalías. Aunque mi voto por ahora es por Inti (me hace dudar lo de Margarita Rosa de Francisco), aunque no pertenezca al Pacto Histórico. A la Cámara del Atlántico, no sé a quién pondrán porque realmente aquí no se ve ningún político que valga la pena, sólo Cecilia López, y ella ya ha manifestado que no quiere hacer parte de la Política.

Lo que les digo compañeros y amigos es que estemos abiertos a todas las distintas propuestas. No nos cerremos y mucho menos basemos nuestros juicios en chismes; investiguemos. Petro no es expropiador. De hecho, Petro propone algo que Sadhguru, un gurú de la India que sigo, dijo en un evento que asistí en Tennessee que el suelo ya se está acabando por la manera como lo hemos explotado (a través del Petróleo, el carbón, etc), y por eso la importancia de cambiar el modelo económico. Estudiemos más y miremos con críticas todas las propuestas.

Ojalá el Pacto Histórico no se convierta en otro Club social, y ojalá personas como Inti y Katherine hagan parte de él. Pero lo principal, ojalá éste sea el fin del URIBISMO.

Comments

  1. Acabo de leer el artículo a mi madre que señala que el problema de PEtro no es que no tenga escrito su plan. Sino que es un plan que no está a su disposición de todo el mundo, doctos y no doctos.

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