EL SÓTANO DE LOS ALTERNATIVOS: La lista cerrada del Pacto Histórico

EL SÓTANO DE LOS ALTERNATIVOS: La lista cerrada del Pacto Histórico

La decisión a puerta cerrada del la Alianza entre el Petrismo, conocido como Colombia Humana, el Polo Democrático y Políticos tradicionales como Roy Barreras y Armando Benedetti, llamada Pacto Histórico, cierra a mi parecer cualquier posibilidad de unión entre los Alternativos o digamos los votos de opinión que es lo que se pretendía al querer cambiar el poder en Colombia. Es más, particularmente cierra una posible Alianza al Congreso con el Partido Verde que tiene personas con alta votación de opinión como Katherine Miranda e Inti Asprilla, que habían mostrado mucho interés en que los Alternativos llegáramos unidos, por lo menos al Congreso. Esto es una gran decepción dado que el Pacto Histórico pretende atraer toda esa fuerza que se hizo a través de las marchas como si fuera un Movimiento Petrista, lo cual no es así. Fue un movimiento antipolítico en contra de las maquinarias y los partidos tradicionales. Esto podía capturarse con los políticos de opinión. Recordemos que Antanas Mockus obtuvo una votación de más de 500 mil votos, todos ellos de opinión, y quien aconsejó a su Partido, Alianza Verde, unirse al Congreso con el Pacto Histórico. Con esta decisión a mi manera muy equivocada del Pacto Histórico, cierra esta gran alianza hacia una convergencia de opinión y contra las maquinarias. Y deja más un sabor que lo que cambia es el nombre y sigue un mesianismo a su líder Gustavo Petro. ¿Por qué cerrar la lista?, ¿Por qué no dejar al propio ciudadano que decida por qué líder se siente representado?, ¿por qué tanto control de los miembros del Pacto Histórico?, ¿es esto el comienzo de una dictadura de izquierda?

La discusión de la lista cerrada y la lista abierta es una discusión profunda porque al cerrarlas sólo le conviene a nuevos liderazgos que no se han medido en votaciones. No creo que una persona como Isabel Zuleta le huya a que su liderazgo sea medido. En esto el Pacto Histórico quiere imitar gobiernos europeos como el de España (aunque allí también han surgido nuevos grupos en contra de la hegemonía de los Partidos Políticos) en donde importa más el Partido que los liderazgos individuales, pero va en contra del surgimiento de todos estos grupos armados y no armados porque el país fue repartido entre el Partido Liberal y el Partido Conservador. Yo creo firmemente en los liderazgos individuales y las oposiciones dentro de los mismos partidos. Creo que un ejemplo de esto es el sistema norteamericano. Estados Unidos puede que no sea ejemplo de muchas cosas, pero para mí su sistema político y su Estado de derecho es un ejemplo para seguir. Donald Trump fue enjuiciado dos veces, y los jueces detuvieron en gran parte sus decisiones arbitrarias.

Gracias a este tipo de democracia, liderazgos como el de Alexandra Ocasio derrotó en el Partido Demócrata a través del voto popular a un Representante que estaba allí por décadas. Gracias a este tipo de política tenemos a Representantes como Cori Bush que estuvo cinco días afuera del Capitolio para detener la moratoria de los arriendos y evitar evicciones. Gracias a estos liderazgos tenemos personas como la Representante Maxime Walters quien enfrentó también este caso de evicción a la poderosa líder de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi. Yo me quedo con estos liderazgos en los cuales el pueblo y no un Partido se engrandecen y deciden en qué momento dejan o no de apoyar a un político. No creo en los gobiernos burocráticos de partidos en el cual, las estrategias son las que funcionan y no la verdad frente a la ciudadanía como nos ha enseñado la representante a la Cámara por Bogotá, Katherine Miranda quien desenmascaró a su propio partido o el Senador Iván Marulanda.

Realmente me duele porque esto demuestra que lo que hay es un juego por derrotar al otro en vez de unirse. En el documento del Pacto Histórico aparece “¡La lista única del Pacto Histórico es la lista del cambio anhelado!” como si Senadores como Guillermo García Realpe o Representantes como Katherine Miranda e Inti Asprilla, no han dado espacios a nuevos cambios. Como si el exsenador Antanas Mockus no fue un ejemplo de decencia. Como si la difunta Gilma Jiménez no significó un clamado popular para respaldar la niñez. Como si Angela María Robledo no fue también un ejemplo de Oposición fuerte. Con esto el Pacto Histórico lo que dice es, aquí somos nosotros el único cambio. A mí no me va a dictar cátedra de ética ni Roy Barreras ni mucho menos Armando Benedetti. Yo voté en las pasadas elecciones al Senado por Iván Cepeda quien hoy calla y asiente a este mesianismo petrista y voté tres veces por Petro, por la consulta, por primera vuelta y por segunda vuelta. Hoy dudo de él y me da tristeza porque Colombia va cada vez peor. Y en vez de unirnos contra la corrupción, cerramos las posibilidades y lo que criticamos de la Coalición Esperanza hoy es un club social mucho mayor llamado Pacto Histórico.